El sistema Quick House se basa fundamentalmente en la utilización de módulos metálicos estandarizados atornillados unos a los otros, formando paneles rígidos auto-portantes en acero galvanizado.
Estos paneles se utilizan como paredes estructurales o simples vallas, permitiendo la construcción de edificaciones ligeras y tan resistentes en cuanto a las de concreto.
Con el sistema industrializado, y los paneles llegando listos en la obra, se consigue gran velocidad de montaje y acabado.
Extremadamente flexible, el sistema Quick House permite la utilización de cualquier tipo de acabado exterior y interior.
Puede ser aplicado en cualquier estilo arquitectónico, siendo indicada para edificaciones comerciales o residenciales de hasta 5 suelos.